Los tripulantes que cayeron al agua se salvaron de milagro. El bote quedó totalmente destrozado, el riel del carro y la toletera torcida.
Como resultado del choque, el cabo del bote quedó enganchado con la hélice y por lo mismo, la lancha no pudo arrancar. El accidente fue visto por varias personas -entre otros por los que esperaban en el muelle del Museo Sarmiento - quienes ayudaron a nuestros socios a llegar a la orilla y recoger sus pertenencias. Los tripulantes de la lancha - en aparente estado de ebriedad - se querían dar a la fuga pero justo en ese momento llegó Prefectura, avisado por muchos testigos.
Hubo varias irregularidades: no se hizo el control de alcoholemia al conductor de la lancha (a pesar de claros indicios, como la desmedida velocidad y la presencia de tapas de cerveza) y no hubo detenidos, en lo que pudo haber sido un accidente mortal, y después de haber cometido abandono de persona. Según los testigos que se presentaron después, los tripulantes son viejos conocidos de la prefectura de Tigre.

Ese episodio no solo demuestra la situación preocupante en el delta. La convivencia entre botes de remo y lanchas a motor y las motos de agua se hace cada día más difícil. También demuestra una falta en al accionar de las autoridades. Para muchos remeros, ya es prácticamente imposible salir a remar durante el fin de semana.
Para quienes quieren ver más: http://www.youtube.com/watch?v=1OAUJPEiDAQ#watch-main-area